EN FORMA

8 nov 2014

Mi homenaje a BERLÍN.

     El día 9 de Noviembre de 2014 se conmemoran los 25 años de la caída del Muro de Berlín. Hace un mes visitaba por primera vez la capital germana. Y hace justo una semana terminaba de leer un libro de Douglas Kennedy "El momento en que todo cambió". Estos tres hechos merecen una entrada en mi blog que tienen un denominador común, BERLÍN.

     Llevaba años queriendo visitar Berlín, siempre lo barajaba como destino de mis vacaciones de octubre pero por una razón o por otra, la visita a la capital alemana quedaba postergada para otra ocasión. Y este año cumplí mi deseo, de un día para otro teníamos todo organizado. Por fin iba a visitar esa ciudad que había recorrido tantas veces por ser escenario en libros y películas. Y ¿qué os puedo decir de Berlín?, que sorprende, que impresiona, que es una ciudad llena de contrastes, una ciudad donde se respira historia reciente en cada rincón, una ciudad reconstruida porque no hay que olvidar que hace relativamente pocos años quedó reducida a escombros, una ciudad seria, gris, y a la vez entusiasta, dinámica y llena de vida.


     En pocos cientos de metros se entremezclan edificios como el Bundestag, La Puerta de Brandenburgo, la Torre de la Televisión, el Sony Center, la Universidad y la Catedral, su esplendor histórico reconstruido frente a su vanguardista presente, conformando un universo heterogéneo pero bien ensamblado.
En el subsuelo, dentro de una estación del metro y pasando totalmente desapercibida, una puerta verde te conduce a un refugio antiaéreo, sumergiéndote en el horror cotidiano que tuvo que padecer la población berlinesa durante los bombardeos de la aviación británica. Una visita obligada y representativa de ese Berlín en las tinieblas.


     Echando una vista al pasado reciente, debemos recordar que la Alemania de Hitler fue derrotada en la 2ª Guerra Mundial (1945) y los vencedores se repartieron el territorio alemán dividiéndolo en cuatro zonas de ocupación, la oriental quedó en manos de la URSS, y toda la parte occidental se repartió entre EEUU, Gran Bretaña y Francia. Del mismo modo la ciudad de Berlín, repito, la ciudad de Berlín, que pertenecía a la parte oriental, es dividida a su vez en cuatro sectores, la zona oriental de la ciudad para la URSS y el resto para EEUU, GB y FR.


     Este reparto supuso una separación de poderes que, unido al enfrentamiento entre dos sistemas antagónicos como fueron el soviético comunista y el capitalista, representado por el resto de potencias, desembocó en la creación de dos Estados dentro de un mismo país, la República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA).
Las grandes diferencias existentes entre ambas zonas, con una maltrecha economía en la parte soviética frente a una floreciente y prospera Berlín occidental, provocaron que hasta el año 1961, 3 millones de personas huyeran del comunismo de la Alemania Oriental al capitalismo.


     La RDA al darse cuenta de la pérdida de población que sufría, decide la noche del 12 de agosto de 1961 levantar un muro provisional, dejando abiertos algunos puntos de control. La población berlinesa se levanta la mañana del día 13 y se encuentra con una alambrada provisional de 155 km que separa las dos partes de la ciudad de Berlín y es a partir de ese momento cuando se materializa la división que separará a familias, amigos,....y que en los siguientes días se convertiría en un muro de ladrillo....EL MURO DE BERLÍN, el muro de la vergüenza.
Acompañando al muro, había un foso, una alambrada, una carretera por la que circulaban constantemente vehículos militares, sistemas de alarma, armas automáticas, torres de vigilancia....era la franja de la muerte. Escapar de la zona soviética con vida era prácticamente imposible, 5.000 personas lo intentaron, más de 100 fallecieron, millares fueron detenidas.
Esta separación se mantuvo durante 28 años, acabó con la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989. Tras 28 años de separación forzosa, familias y amigos volvían a reunirse.


   Observa un poquito la foto. En ella una franja adoquinada revela por donde transcurría el Muro. Toda la parte de la derecha, incluida la Puerta de Brandenburgo pertenecía a la zona soviética.


    Muchos son los documentales que circulan por la prensa digital estos días debidos a la conmemoración de los 25 años de la caída del Muro de Berlín. De entre todos y gracias a Youtube he elegido el siguiente



   

     En la introducción os hablaba de un libro , "El momento en que todo cambió" de Douglas Kenndy. Había terminado de leer otra novela del mismo autor y en su bibliografía descubrí éste cuya acción transcurría en Berlín. Me dispuse a leerlo porque quería recordar cada avenida, cada parque, cada plaza, cada estación de metro...., en definitiva, quería revivir una vez mas Berlín, y me encontré con una novela que sus primeras 100 páginas no te enganchan nada, sinceramente cuesta leerlas, pero tras presentarte al protagonista y su ambiente llega el momento de narrarte como ha llegado hasta ahí y es a partir de ese punto cuando descubres una historia apasionante y triste. La novela te dibuja ese Berlín dividido en dos, el adoctrinamiento y la falta de libertad de la zona comunista, los espías, la distinta evolución económica y social de las dos partes, el dolor....

(Hay momentos en los que nos vemos abocados a tomar una decisión. Momentos en los que elegimos, de entre todas las opciones que la vida nos ofrece, un camino y no otro. Estas decisiones, que nos ocupan a menudo tan sólo unos segundos, determinan en realidad el resto de nuestra vida. Pueden cambiarlo todo en un abrir y cerrar de ojos. Esta novela es el relato de uno de esos momentos: de Berlín en 1984, de un momento que lo cambió todo y de las consecuencias y las huellas que dejó para siempre en los corazones de dos amantes. Thomas Nesbitt es un escritor americano de mediana edad, divorciado y taciturno. Lleva una vida muy solitaria en Maine, únicamente tiene contacto con su hija y pasa los días intentando reconciliarse con el fin de un largo matrimonio que sabía que no funcionaría desde el principio. Pero una mañana de invierno su vida se ve alterada por la llegada de una caja con matasellos de Berlín. El remitente de la carta, Dussmann, le altera por completo, pues es el nombre de la mujer con la que vivió la historia de amor más intensa de su vida en Berlín, veintiséis años atrás, cuando la ciudad estaba dividida en dos y la lealtad personal y política estaban ensombrecidas por la tensión de la Guerra fría. Pero Dussmann, la mujer a quién entregó su corazón para siempre, no era una simple refugiada política, también era alguien que vivía con un terrible secreto y una tristeza permanente... y que reescribió el destino de ambos.)


     

    ¡Ay Berlín!, su muro y sus historias dan para escribir muchas novelas y guiones de películas.

     Hoy Berlín es una cuidad LIBRE y estoy convencida que cuando dentro de unos años vuelva a visitarla encontraré una ciudad distinta porque es una ciudad en constante cambio, una ciudad que bien merece tu visita.

    Posdata, ¿Recuerdas la canción LIBRE de Nino Bravo? os dejo con ella, ahora descubrirás su auténtico significado.